(¿o cómo es que el gentilicio de Estados Unidos es “americano”?)
© Patricio Zamorano
Nos quitaron a América…
El imperio a pleno rugido nos quitó el privilegio,
como se sacude el atardecer las briznas de luz avergonzada
Nos quitaron la América,
la de los ancestros ya en silencio,
la morena, la ritual de milenios de soledades aparentes
Nos quitaron a América
como quitarnos el dolor ganado a sangre,
diluyéndose en el berrido de mujeres y guerreros
They took America from our own sad words of abandonment
If they are Americans, what are we, damn it!?
Where are we within the borders of their sweet dictatorship?
God blessed that America,
with the weapons of pioneers and invasions,
free trade, food for tyrannies and easy intervention
of every raw dreams under the swamps
Nuestra América no es tan nuestra como soñaste,
criollo,
cholo de mis amores…
Nuestra América es menos de mí y menos de ti
que lo que la masacre heredó para nuestros hijos
América se nos fue de las manos
lentamente mientras el imperio del norte florecía
y crecía como ameba inmunda
absorbiendo nuestro aliento
y el nombre del nuevo mundo en retirada
Give it back, proud states of the victory!
Give it back, for the soil’s sake of those massacred!
I can give you away the pleasure of the historic blowup of our senses
but you don’t have the right to just eliminate the America of my parents,
not that easy my friend! It won’t be that easy!
¿No escuchas imperio, el tronar urgente de la historia?
América, la de Sur a Norte, América olorosa a coirón y Amazonía,
Americano de la raza indefinida del pasado extremo de miradas extraviadas,
con la venganza en carne viva,
sutiles
roncas de hastío…
La América desesperada por el hambre,
así,
tan simple,
como puño embrutecido
La América de todos,
our America, my dear,
la América de todos…
Nuestra América.